sábado, 18 de agosto de 2012

Ella toma el ascensor a la mañana sin temor a que se caiga. Baja en el quinto piso y toca con dos golpes a la puerta "C", se abre y entra Mariel. En el quinto vive él, es el valiente capitán de la fragata, y cuando llega Mariel deja la gorra y sirve té con limón, o a lo mejor café. El consorcio se reunió y del capitán se habló y las damas indignadas protestaban. Pero el capitán faltó y a la reunión no asistió, era natural estaba con Mariel. Ella toma el ascensor a la noche sin temor a que se caiga. Pero al quinto no llegó, alguien la cuerda le cortó, y se cayó. Y así Mariel murió.  Y el pobre capitán lleno de espanto y de dolor se suicidó. Y al instante el consorcio una fiesta organizó, ¿a dónde fue? fue en el quinto "c". El consorcio festejó y del capitán se habló y las damas satisfechas sonrieron, pero el capitán faltó y a la reunión no asistió, era natural estaba con Mariel.

¿A dónde estaba él?

martes, 14 de agosto de 2012


Me ha hechizado en cuerpo y alma. Y la amo, la amo, la amo.


lunes, 6 de agosto de 2012

No quiero quejarme de oreja en oreja, fijarme si quien me aventaja se aleja. Negar el reflejo que dejo en mi espejo, ni alojar el rencor entre ceja y ceja. No quiero guardar tantos secretos. Ni estar enfrentado en un cuadro grotesco como los Montesco y los Capuleto. No quiero a tu edad quedar obsoleto. Ni perder el vigor, ni decir sin rigor que todo tiempo pasado siempre fue mejor. Ni llegar a mi casa ofuscado y molesto. No quiero estar cansado de llevarme puesto. Y aunque esta verdad pueda doler, tengo que decirlo, sin complacer. Pero si ofendo, pido perdón. Cuando sea grande, no quiero ser como vos. No quiero cometer tus mismos errores, ni creer que todos son estafadores. No quiero manejar tus mismos valores, ni que cada día sea igual a los anteriores. No quiero no poder controlar mis enojos, ni cargar esa tristeza en los ojos, mojados y rojos, ajados y flojos. No quiero resignarme a ser mis despojos. Ni echar con vehemencia la culpa a los demás de lo que es mi incumbencia y responsabilidad. Ni que me de por probar en alguna idiotez lo que no pude hacer cuando tuve 23...No quiero que ya nada me provoque placer, ni cuando el dolor me toque odie el ayer, ni mirar fotos viejas y ponerme a llorar, o que nombren a alguien y empezar a temblar. No quiero llevar esa vida maltrecha con sospechas de dolo y la ilusión desecha. Ni lanzar pestes creyéndome Apolo. Ni que me moleste en una fecha estar solo. Y aunque esto se preste a mal interpretar no quiero que crean que es sólo por criticar. Y espero que tan sólo sea una declaración porque ni yo se si quiero que quieras ser como yo.