lunes, 24 de septiembre de 2012

Una mujer se ha perdido. Conocer el delirio y el polvo. Se ha perdido esta bella locura, su breve cintura, debajo de mí. Se ha perdido mi forma de amar, se ha perdido mi huella en su mar. Veo una luz que vacila y promete dejarnos a oscuras. Veo un perro ladrando a la luna, con otra figura que recuerda a mí.Veo más, veo que no me halló. Veo más, veo que se perdió. La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar.  Una mujer innombrable huye como una gaviota y yo rápido seco mis botas, blasfemo una nota y apago el reloj. Que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción. Una mujer con sombrero, como un cuadro del viejo Chagall, corrompiéndose al centro del miedo y yo, que no soy bueno, me puse a llorar. Pero entonces lloraba por mí, y ahora lloro por verla morir.


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