Convocaste talento, y de tu rostro desprendían risas que se hicieron mi manjar.
Y en mis entrañas, te ganaste un buen lugar.
Aquella alma que se distingue por su eterna inmensidad.
Infinitas son las gracias.
Y en mis entrañas, te ganaste un buen lugar.
Aquella alma que se distingue por su eterna inmensidad.
Infinitas son las gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario