sábado, 21 de septiembre de 2013

 
Mi amor se raspa las rodillas, apura sin ganas el café de la mañana. Tira sus dados, baila valsecitos con los pies desafinados. Tristezas que hacen fila, los párpados caídos y un adiós en el bolsillo,
atragantado, juega a la soga en la casa del ahorcado. Barco empecinado en el mar de las desdichas. Sueña en espirales y se come los amagues de tu mirada.
 
(Cada cual carga sus cruces como puede. Cada quien es cartonero de su suerte. - todos somos desertores casi siempre.-) 

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